jueves, 21 de junio de 2012

VENDETTA CON SABOR A TERERÉ



Una vez más las, ahora florecientes, democracias latinoamericanas se ven amenazadas por el fantasma de los golpes de estado. Las sombras oscuras que se ciñeron sobre el continente en décadas recientemente pasadas, vuelven a merodear a dicha región como una mala pesadilla que se niega a terminar. Si antes fue Venezuela, Honduras o Ecuador, las que veían como su institucionalidad se veía intimidada por los deseos fascistas de las derechas de este lado del mundo de negarse a repartir la torta como se debe, hoy es el turno de Paraguay, donde, utilizando artimañas legales, los “yanaconas” intentan despojar a Fernando Lugo del poder para seguir gozando de las prebendas, las regalías y los privilegios que por años disfrutaron,  y que hoy veían tambalearse.

Escudados en un espurio juicio político, los “honorables” diputados paraguayos votaron someter a dicho proceso al primer mandatario luego de que hace prácticamente una semana, diecinueve personas perdieran la vida en enfrentamientos entre campesinos y la policía en el noreste del país, cerca de la frontera con Brasil. Los congresistas aseguraron que Lugo había “mal desempeñado sus funciones”,  afirmando, entre otros puntos, que el ex obispo fue cómplice del asesinato de siete policías que perdieron la vida en aquella escaramuza del viernes recién pasado.

Sin embargo, ese es la parte más delgada del hilo por donde la derecha paraguaya pretende cortar la democracia de aquel país. Los sucesos acontecidos hace siete días, y que pretenden exponer al mundo como las motivaciones a la salida de Lugo, se gestan hace décadas atrás, cuando terratenientes y grandes hacendados de Paraguay se vieron beneficiados por la cruenta dictadura de Alfredo Stroessner, quien les entregó tierras que en el gobierno de Federico Cháves, dignatario al cual él derrocó, estaban destinadas a una reforma agraria que tenía por objetivo proveer de tierra a los campesinos.

Así, y tras la asunción de Fernando Lugo como Presidente de Paraguay en 2008, los movimientos campesinos, aglutinados en el Movimiento Campesino de los Carperos y en la Coordinadora por la Recuperación de las Tierras Malhabidas, entre otras organizaciones, comenzaron a presionar al gobierno para que llevase a cabo una reforma agraria con todas las de la ley y cumpliera con lo que durante la campaña electoral se había comprometido.

El primer mandatario no eludió su compromiso y se embarcó en su promesa de repartir la tierra al campesinado que vio como por años sus demandas no eran escuchadas. No obstante aquello, Lugo y las propias organizaciones campesinas se vieron maniatadas en su empeño, puesto que gran parte del aparataje político e institucional guaraní todavía sigue influido por las malas prácticas de la dictadura y por los gobiernos corruptos de la pseudo democracia que vivió Paraguay tras la caída de Stroessner, los que, viéndose afectos a las expropiaciones, permutas y transformaciones que se llevarán a cabo, no han dudado en poner cortapisas y dificultades a los cambios que pretende desarrollar el gobierno.

Así, la única salida que han encontrado dichas organizaciones ante todos los obstáculos que se les han puesto es la de la toma de terrenos que reclaman para sí o de las estancias que permanecen en litigio con el estado por no presentar los dueños títulos manifiestos de que aquellos dominios les pertenecen.

Haciendo hincapié en este último punto, es necesario destacar que durante la dictadura de Alfredo Stroessner se creó el Instituto de Bienestar Rural, con la intención de encargarse de la distribución de tierras y de la colonización. Así, dicho estamento debía adjudicar más de 11 millones de hectáreas, equivalentes al 29% de la superficie total de Paraguay. Sin embargo, lo que se presentaba por fin como una repartición igualitaria de tierras, terminó siendo un verdadero "tongo" que le entregó terrenos a los mismos de siempre. Así, 2,48% de los beneficiados recibieron el 74% de las tierras, mientras que el otro 97,52% se tuvo que conformar con repartirse tan sólo el 26% de las hectáreas.

Este fraude, entonces, dio paso al desarrollo de la economía agroexportadora paraguaya de latifundistas y hacendados, los que se quedaron bajo prácticas poco decorosas con más de 9 millones de hectáreas, es decir, terrenos de propiedad estatal que fueron adjudicados de forma ilegal a personas que no tenían que ser beneficiadas con el proceso de reforma agraria, entre ellos presidentes de la república, generales, militares, políticos, jueces, etc., quienes hasta el día de hoy detentan el dominio de aquellas tierras.

A raíz de esto, no era extraño esperar que el reguero de sangre surgiera a borbotones. Los campesinos no cesarían en su lucha por exigir lo que les habían prometido y que les era justo, y los terratenientes no cederían ni un centímetro de las tierras que fraudulentamente habían adquirido, pues el mismo poder político les aseguraba su mantenimiento, toda vez que desde oficiales de la policía hasta altos jerarcas del estado se contaban entre los beneficiados por dicha estafa.

De esta forma, se llegó a la fatídica jornada del 15 de junio de 2012. Aquel día, alrededor de 150 campesinos sin tierra, organizados en el Movimiento Campesino de los Carperos, se tomaron la estancia Morombí, propiedad del empresario y ex senador del Partido Colorado, Blas Riquelme, aduciendo que dichas tierras habían sido adquiridas de mala forma por el latifundista. Y razón tenían, pues según consta en investigaciones de las organizaciones pro reforma agraria, Riquelme se habría beneficiado mediante subterfugios legales con más de 50 mil hectáreas que pertenecen al estado paraguayo.

Los manifestantes exigían que el Gobierno distribuyese dichos terrenos, sin embargo, el Poder Judicial, a través de una orden emanada por un juez y una fiscal, decretaron el desalojo de los terrenos mediante la fuerza policial. Así, la tarea de expulsar a los campesinos quedaría en manos del Grupo Especial de Operaciones (GEO), de la Policía Nacional de Paraguay. Un grupo selecto de policías de élite, entrenados en Colombia y con preparación para combatir la lucha contrainsurgente. Y es aquí donde la posibilidad de un sabotaje urdido por los cuadros de inteligencia de la Policía, en concomitancia con la derecha paraguaya y el poder judicial, para salpicar a Fernando Lugo, someterlo a un juicio político y hacerlo a un lado del gobierno toma cabal relevancia, pues,  ¿cómo se explica que los propios campesinos, armados solamente con escopetas, machetes y palos, pudieran emboscar y asesinar a seis policías entrenados internacionalmente en la lucha antisubversiva?

La primera parte del plan se había llevado a cabo a la perfección: la criminalización del campesinado, camarilla de haraganes que sólo querían dichos terrenos para volver a venderlos. Asimismo, las miradas se volverían contra el ejecutivo quien presenciaba, de manera indolente, como las organizaciones sociales asesinaban a mansalva a la policía. La primitiva jugada les salía a la perfección: Los medios tradicionales tergiversaban los sucesos, y  el escarnio público caía agudo sobre el presidente y los pueblerinos. De esta forma,  evadieron sigilosa y perfectamente la responsabilidad que les cabía en estos mismos hechos por rehusarse a devolver lo que no les pertenece y  por negarse a ser sometidos a una reforma agraria, oponiéndose fervientemente a los cambios que significan que el pueblo protagonice la democracia, y cargándole todo el peso de la culpa a las organizaciones del campesinado.

Tras aquello, vendría el zarpazo final de este lóbrego plan. Embelleciéndolo y presentándolo como una figura legal consagrada en la carta magna de aquel país, los congresistas aprobaron sumariamente someter a Fernando Lugo a un juicio político, acusándolo de haber desempeñado de manera perniciosa las atribuciones que le consagran la constitución y las leyes. En resumidas cuentas, un vía legal para hacer a un lado a la piedra en el zapato que significa Lugo para la derecha y para los terratenientes paraguayos.

La figura del juicio político se presenta nuevamente para la oligarquía paraguaya como la “cartita bajo la manga” para deshacerse de un mandatario indeseable. Si antes habían hecho lo propio con jerarcas proclives a sus intereses como con Raúl Cubas, destituido por la masacre que acabó con la vida de siete opositores, acusado de corrupción y sindicado como el autor intelectual del asesinato del vicepresidente de aquella época, Luis María Argaña, hacerlo con el "Obispo de los Pobres", antagonista acérrimo de sus intereses, no significará un mayor problema.

De esta forma, y como sucedáneo “diáfano” de un golpe de estado militar, los oligarcas terratenientes guaraníes reivindican la figura del juicio político utilizándolo de manera impúdica, lo que está llevando al Paraguay a regresar a las turbulentas e inestables jornadas de antaño. La sedienta sed de poder y de dinero, ha sacado a relucir lo más repugnante de la derecha de dicho país, poniendo en juego la elección limpia y democrática de un presidente para superponer los intereses del mismo grupo que se ha privilegiado durante toda la historia, a través de un proceso que cada vez se muestra cada vez más como una herramienta inadecuada y que se presenta como el comodín para desvencijar procesos que no les son afines a la élite guaraní.

Hoy, hasta hace pocos instantes, y en dependencias del Congreso de Paraguay,  se llevaba a cabo la primera parte del Juicio Político, donde integrantes de la Cámara de Diputados expondrían los cargos que se levantarán contra el Presidente de la República, entre los que se cuentan varias denuncias que van desde la inseguridad ciudadana, la presunta influencia de la política en las Fuerzas Armadas, hasta la responsabilidad que le cabe al mandatario en la matanza de Curuguaty, hecho por el cual exigen su inmediato alejamiento del poder.

Mañana, en tanto, se espera que Lugo haga sus descargos frente al Senado, ente que las oficiará de tribunal, para que a media tarde se emita el fallo. De ser  destituido, tomará su lugar al mando de la nación, Federico Franco, líder del Partido Liberal, conglomerado que hasta hace solo unas jornadas pertenecía leal al mandatario.

DEMOCRACIA PARAGUAYA EN PELIGRO: DIPUTADOS SOMETERÁN A FERNANDO LUGO A JUICIO POLÍTICO


Con 73 votos a favor, una abstención y dos ausencias, la Cámara Baja resolvió someter a dicho proceso al primer mandatario, asegurando que obró mal respecto de las facultades que posee como jerarca de la nación.

Nuevamente la sombra del golpismo se ciñe sobre Latinoamérica. Esta vez, la derecha terrateniente paraguaya, a través de un juicio político votado por la mayoría de los integrantes de la Cámara de Diputados, intentará desafectar del poder al presidente constitucionalmente elegido, Fernando Lugo, última maniobra en la cadena de sucesos que han orquestado para poner fin al proceso de reformas que lleva a cabo el gobierno progresista guaraní.

Los hechos se desencadenaron luego de que el pasado viernes 15 de junio, se registrara un enfrentamiento entre campesinos y la Policía Nacional del Paraguay, en el departamento de Curuguaty, en la zona noreste del país, cercano a la frontera con Brasil, y que dejó un saldo de 17 personas fallecidas, once campesinos y seis policías.

Todo se originó luego de que unos 150 campesinos sin tierra, organizados en el Movimiento Campesino de los Carperos, se tomara la estancia Morombí, ubicada en la localidad de Ybyrá pytá, y perteneciente al ex senador del Partido Colorado -principal tienda opositora de Lugo- y latifundista Blas Riquelme, quien, y de manera fraudulenta, se apropió de más de 50 mil hectáreas destinadas a la reforma agraria en la década del 60'. Los manifestantes, exigiendo la restitución de tierras mal habidas a los campesinos a los cuales se les fueron usurpadas, exigían  la solución a sus demandas, cuando la policía inició el desalojo que terminó con 17 víctimas mortales y más de 20 heridos.

Tras aquello, la Cámara de Diputados paraguaya, conformada por 80 representantes, y donde Fernando Lugo no posee mayoría, votó a favor un Juicio Político contra el mandatario por "mal desempeño de sus funciones", producto de los hechos acaecidos en Curuguaty. La iniciativa, que contó con 73 votos a favor, uno en contra y 3 ausencias, tuvo, inclusive, el apoyo de varios legisladores oficialistas, los que basaron su decisión "en honor de los fallecidos".

Luego de enterarse de la decisión de la Cámara Baja, Fernando Lugo aseguró que no renunciará a su cargo, puesto que "No existe ninguna causa valedera ni jurídica ni política que me haga renunciar a este juramento". Asimismo, garantizó que se someterá obedientemente a la constitución y las leyes para enfrentar y aceptar las consecuencias del sumario que será llevado en su contra.

El proceso, que se iniciará hoy, tendrá a los diputados como el ente acusador y al Senado como el tribunal que sancionará. Cabe destacar que en la Cámara Alta el presidente paraguayo también se encuentra en minoría, puesto que de 45 integrantes sólo 18 congresistas adhieren al conglomerado oficialista.

domingo, 8 de mayo de 2011

Paga Moya: Consejeros Regionales Chupaban y Paseaban a Costillas de Todos Los Chilenos

Suma y sigue. Y es que la política chilena cada día se parece más a las sociedades bananeras de los años setenta. O, lisa y llanamente, a las aristocracias latifundistas de África. Y es que ahora le tocó a los Consejeros Regionales de la Región Metropolitana, "señores" que tienen como función normar, resolver y fiscalizar al Gobierno Regional, dar la nota alta.

Resulta que esta vez, y saliendo a la luz pública sólo por un informe emitido por la Contraloría General de la República, pues usted no lo vio ni en TVN, en el Mega o en Chilevisión, y tampoco lo leyó en El Mercurio o La Tercera, los "ilustres" funcionarios incurrieron en todo tipo de impudicias cuando les tocó estar ejerciendo como tales.

Así, y según lo aparecido en el informe del ente fiscalizador, desde quedarse con notebooks que le pertenecían al Gobierno Regional, y que tenían un valor que rondaba, en promedio, los $750 mil pesos, hasta boletas de comilonas en restaurantes que ascendían a más de $170 mil pesos, pasando por cafés de $20 luquitas y reembolsos de bencina que se empinaban por sobre los $2 millones de pesos, y todo pagado del bolsillo de tooooodos los chilenos.

Para muestra, algunos botones. Por ejemplo, el consejero PPD, José Zuleta, gastó por sobre consumo de llamadas telefónicas, la friolera de $2 millones de pesos, aún cuando el fisco le pagaba un plan que ascendía a los $120 mil pesos. Otro perla, el Demócrata Cristiano, Cristián Sandoval, en un viaje a España no halló nada mejor que ir a meterse a un restaurante y emitir una boleta por $132 mil pesos, más un café que le costó otros $20 mil y copetitos varios que anduvieron rondando las $160 lucas.

Y así, suma y sigue. Fiel a su estirpe de buenos "pa' meter las manos", la derecha no podía estar ausente y también participó del "candombe" a costillas del fisco. Por ejemplo, Andrés Ugarte, militante UDI, viajó a Francia en comisión de servicio y gastó más de $180 lucas en puras "huevadas". Así, Ugarte desembolsó $73 mil pesos en una tienda de descuentos. Otros $97 mil fueron a parar a la caja registradora de Duty Free. Y, finalmente, se dio un gustito dilapidando $13 mil pesitos en la compra de un porta pasaporte, todo a cargo del erario nacional.

Otro que bien baila fue el militante PPD, José Zuleta, el mismo que se gastó más de dos millones en llamadas telefónicas. El lindo, viajó a España en viaje de servicio. Allí, conoció el Camp Nou, estadio del Fútbol Club Barcelona; se tomó sus chelitas; adquirió un abrecartas de oro y un medallón de plata y finalizó su periplo conociendo otro estadio, esta vez el Santiago Bernabeu, donde las oficia de local el Real Madrid. Allí, y como recuerdo de aquella visita, no encontró nada mejor que comprarse una polerita. Todo lo que gastó, alrededor de $150 mil pesos, lo tuvimos que pagar todos nosotros.

En tanto, Guido Benavides, militante de Renovación Nacional, y según lo estipulado en el informe de la Contraloría, estaría incurriendo en una incompatibilidad de labores, pues aparte de ser consejero regional, donde recibe cada 30 días más de $2 millones de pesos, el pobre pajarito las oficia de Jefe de la Defensoría Penal a Víctimas de Delitos en la Municipalidad de Ñuñoa, donde se echa al bolsillo otro milloncito más.

Asimismo, y para que los señores se mantuvieran comunicados, se adquirieron celulares para todos los consejeros. Sin embargo, no se compraron cualquier teléfono móvil. Los car'e nalgas se hicieron con móviles que, en promedio, valían $234 mil pesos. No conforme con eso, varios honorables "perdieron" sus equipos, por lo que el Gobierno Regional debió volver a comprarles nuevos juguetitos.

Finalmente, y entra tantas otras irregularidades, muchos de los "rotitos" se quedaron con los notebook que se les asignaron y que en promedio valían más de $700 mil pesos. De los 26 consejeros, 11 se hicieron los "lesos" y no retornaron sus computadores.

Repugnante, ¿no? Y al final, el que termina pagando todo siempre es el mismo, pues, invariablemente: PAGA MOYA!

jueves, 5 de mayo de 2011

Islandia: La Revolución Que El Mundo Se Niega A Ver


¿Qué me diría usted si le cuento que hace algunos meses, en cierto país, el pueblo salió a las calles disgustado por el actuar de sus gobernantes y, armado de cacerolas, pitos, pancartas y muchos gritos, echó con viento fresco de capitán a paje? Dudaría un poco y no creería que algo así podría suceder con facilidad, sobre todo, luego de ver en la televisión y en los periódicos como las pseudo-democracias árabes han acallado las protestas populares que exigen mayores derechos y libertades al son de las balas y la represión, todo ante la mirada indiferente de Estados Unidos y la Unión Europea.

Imagino que tampoco me creería si le cuento que ese mismo audaz y valiente pueblo se negó a saldar de su propio bolsillo una deuda garrafal producida por la negligencia y la usura en el actuar de los bancos. Pues bien, y para que me crea, acá va la historia, ignorada por los medios tradicionales, pues no les conviene el ejemplo, de como un pueblo, sin más que la decencia y la razón por delante, puede lograr lo que se proponga. Esta es la historia de la Revolución de Islandia y de cómo su gente le enseñó al mundo como se escribe la palabra dignidad.

Islandia, del vocablo nórdico Ísland, significa "tierra de hielo". Y no es para menos. Ubicada en el Océano Atlántico, se sitúa justo al sur del Círculo Polar Ártico. Los glaciares cubren un sexto de su territorio y alrededor del 65% de esos suelos poseen un clima tan agreste como el que se podría encontrar al sur del Estrecho de Magallanes y de Tierra del Fuego, acá en nuestro país. Todo un desafío para que cualquier civilización pudiese asentarse ahí. Sin embargo, a punta de esfuerzo, coraje y bravura un puñado de nórdicos, provenientes de Noruega, sembraron la semilla del valeroso pueblo que es hoy, y que empezó a quedar de manifiesto hace poco más de dos años.

El 2008 pasaba como cualquier otro año en las vidas de los poco más de 300 mil habitantes que tiene Islandia. Catalogados como el país con mayor desarrollo humano en aquel año por la ONU, y con un ingreso per cápita que alcanzaba los $63.830 dólares -muy lejos de lo que percibió Chile durante esos doce meses, cuando la renta bordeó los 14 mil dólares-, la economía bullía, las operaciones de los bancos, incluida su expansión al extranjero, llegaron a suponer diez veces todo lo que producía el país en un año, y los créditos hipotecarios llegaban a proporcionar hasta el 100% del valor de los inmuebles.

Era el paraíso en la tierra. Un estilo de vida casi único en el mundo. El estado de bienestar postulado tras la Segunda Guerra Mundial se desarrollaba a la perfección en Reykiavik, con la salud completamente cubierta para cualquier ciudadano, así como la educación asegurada en todos sus niveles. No obstante, la "gallina de los huevos de oro" tenía sus días contados. Y, como siempre, la ambición sin límites de la banca islandesa, así como la inescrupulosidad de sus mandamases comenzaron a cimentar la debacle.

A fines del 2008, el boom económico de aquella década, caracterizado, además de lo anterior, por ser un edén para los inversionistas extranjeros -sobre todo para los venidos de Gran Bretaña y Holanda-, comenzó a desplomarse. La crisis se desencadenó con furia y el sistema financiero islandés colapsó, llevando a la bancarrota a sus tres principales bancos.

Ni tontos ni perezosos, los inversionistas, tanto neerlandeses, como británicos, corrieron al rescate de sus negocios, girando recursos fiscales para cubrir las horrorosas pérdidas que les significaba el derrumbe económico. Sin embargo, y como nunca pierden, el salvamento conllevaba una pequeña trampa que pronto traería consecuencias: la deuda generada por el "salvavidas" extranjero debía pagarlo, y de manera íntegra, el fisco islandés.

El pueblo, hastiado de la maraña escandalosa en que había incurrido su gobierno -una coalición entre la centro derecha y la socialdemocracia- en conjunción con los especuladores externos, salió a las calles a mostrar su descontento con la iniciativa. La presión ejercida por la multitud hizo que el Primer Ministro, Geir Haarde, y todo su gabinete, renunciaran de manera indeclinable y que se llamasen a elecciones anticipadas para abril del 2009, donde triunfó la alianza entre la socialdemocracia y el Movimiento de izquierda Verde, consorcio encabezado por Jóhanna Sigurðardóttir, quien fue ungida como la nueva jefa de gobierno.

La salida del gobierno conservador y el advenimiento de una administración más progresista hicieron que las pasiones se calmaran en parte. Durante lo que siguió del 2009, la situación económica continuó empeorando, registrándose una caída del Producto Interno Bruto de alrededor del 7%, lo que sumado a un desempleo cercano al 9%, cifra impensada meses atrás cuando la cifra de desocupados apenas sobrepasaba el 1,5% de su fuerza laboral, hacían la situación insostenible. Tan insostenible, que cuando el nuevo régimen propuso la devolución de la deuda a Holanda y Gran Bretaña mediante el pago de 3.500 millones de euros, suma que pagarán todos las familias islandesas mensualmente durante los próximos 15 años al 5,5% de interés. La gente se volvió a echar a la calle, exigiendo que la propuesta se sometiera a referendu..

La voz del pueblo nuevamente volvió a ser escuchada y el Presidente de la República -que para los efectos de Islandia y muchos países de Europa las oficia como el encargado de los asuntos internos del país-, Ólafur Ragnar Grímsson, se niega a ratificar la propuesta y anuncia que llamará a una consulta popular. Ésta se celebra en marzo de este año y la victoria de la oposición al pago de la deuda es aplastante, consiguiendo un 93% de adhesión, además de exigir que se iniciaran investigaciones para dirimir jurídicamente las responsabilidades de la crisis, con lo que comienzan las detenciones de varios banqueros y ejecutivos que llevaron al hoyo al país.

Sin embargo, y no conformes con esto, aprendiendo la lección, y previniendo que esta situación vuelva a ocurrir, el propio pueblo presiona para que se elija una asamblea constituyente para que se redacte una nueva carta magna que reemplace a la constitución actual, una copia casi fiel a la de Dinamarca. Para ello, se recurre al pueblo soberano. Se eligen 25 ciudadanos sin filiación política, de los 522 que se presentaron como candidatos y a los que se les había puesto como condición para su postulación el ser mayor de edad y contar con el apoyo de 30 personas.

Poetas, electricistas, pensionistas, diáconos y escritores trabajan, junto a licenciados en ciencias políticas, abogados, y dos ex-parlamentarias, en la construcción de un nuevo modelo de sociedad que los Islandeses se han ganado tras su pacifica y silenciada revolución. Al final, Al final, una lección de decencia que este pueblo nórdico le está entregando a un mundo donde es el poder del dinero y las directrices del mercado imponen lo que la gente y sus gobernantes deben hacer.


lunes, 2 de mayo de 2011

Bin Laden y EEUU: Cría Cuervos…

De seguro, el cuerpo de Osama Bin Laden aún no termina de enfriarse, luego de que tropas norteamericanas lo ultimaran en las cercanías de Islamabad, capital de Pakistán. En las calles de Estados Unidos -y quizás con justa razón- millones de ciudadanos celebran la muerte del líder de la organización terrorista Al Qaeda, al mismo tiempo que en los países que se mostraron como férreos aliados del "Tío Sam" en su "lucha contra el terrorismo", comienzan a tomar resguardos ante posibles represalias de la articulación que él encabezaba.

Sin embargo esto, y ante el júbilo que vive Occidente tras la desaparición del magnate Saudí, se hace más que necesario esclarecer que todo lo que vivió -y también sufrió- el pueblo estadounidense -además de sus aliados- con los ataques, atentados y amenazas de parte del propio Bin Laden y de Al Qaeda, fueron producto de las propias estrategias y directrices que EEUU, a través de sus gobernantes y su eterno afán expansionista, imprimieron -e imprimen- en el mundo y, sobre todo, en Medio Oriente.

Para puntualizar aquello, es necesario retrotraerse en el tiempo alrededor de 30 años, cuando, y en el contexto de la Guerra Fría, Estados Unidos apoyó a los fundamentalistas islámicos que se alzaron contra la República Democrática de Afganistán, novel administración que, apartándose de las pautas sempiternas de los gobiernos fanáticos islámicos, e intentando imponer una regencia de corte más social, alfabetizando al pueblo, implementando una radical reforma agraria, separando la iglesia del estado, además de promover la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, pues la veían como una amenaza de la Unión Soviética dentro de la región.

De esta forma, y con motivo de organizar las operaciones conjuntas entre los rebeldes afganos, EEUU, Pakistán, Arabia Saudita e Irán, Turki Al Faycal, director del servicio secreto de Saudí, reclutó, entre otros mercenarios, a Osama Bin Laden, quien tendría como misión el gestionar financieramente las operaciones de los "aliados" en la naciente Guerra Civil de Afganistán, conflicto que enfrentaba a las tropas antes mencionadas con las fuerzas oficialistas, que contaban con el apoyo de la URSS.

La CIA invirtió 2.000 millones de dólares para lograr el fracaso de la Unión Soviética en su aventura en Afganistán y recurrió al reclutamiento de cientos de fundamentalistas islámicos para combatir en Kabul. El servicio secreto norteamericano armó y aleccionó en la Yihad, o Guerra Santa, para combatir al gobierno afgano y a sus aliados venidos desde Moscú. Es aquí, entonces, donde la figura de Bin Laden comienza a cobrar relevancia, pues a través de su misión relacionada con financiar las acciones rebeldes, gestionó los costes de la insurrección a través de un fichero informático que bautizó como al Qaeda, término traducido como "La Base", y que posteriormente se transformaría en una de las palabras que mayor alarma causará en Occidente.

Así, Bin Laden establece sus primeros campamentos en Afganistán, continúa con su movimiento monetario a través de sociedades fantasmas y paraísos fiscales, todo con el objetivo de financiar la rebelión fundamentalista. Del mismo modo, se dedica a preparar explosivos, utilizar códigos cifrados para comunicarse y ocultarse en los agrestes terrenos afganos, dando certeros ataques a las fuerzas oficialistas y ocultándose en las montañas.

Una vez que la sublevación fundamentalista, apoyada fervientemente por EEUU y sus aliados en Medio Oriente, vencieron al enlace afgano-soviético, las turbulencias parecieron apaciguarse en lo que antiguamente fue el Imperio Kushān, sin embargo, a los pocos años, el régimen Talibán se hacía con la administración del país. Asimismo, y en Arabia Saudita, ante la perfecta tarea llevada a cabo en la Guerra de Afganistán, Osama Bin Laden era recibido como un héroe, sin embargo, y al darse cuenta de las reales intenciones de Estados Unidos en Oriente Próximo, y sobre todo en su país, el germen anti norteamericano comenzó a florecer en el otrora férreo aliado estadounidense.

Cuando finalizó la Guerra Civil de Afganistán, la conformación y afianzamiento de la red que había organizado Bin Laden, con el financiamiento y beneplácito de la CIA -se calcula que se entregaron más de tres mil millones de dólares a la resistencia afgana y por ende al propio Bin Laden-, estaba ad-portas de iniciar su "presentación en sociedad" con todo el reguero de sangre y fuego que ello significaba.

Pocos años después, y vuelto en gloria y majestad a Riad, Arabia Saudita, Bin Laden se granjeó la antipatía del monarca a cargo de su país, el rey Fahd bin Abdelaziz, por criticar el apoyo saudita a EEUU en la Guerra del Golfo. En 1991, parte al exilio a Sudán y tres años después se le retira la nacionalidad Saudí por sus constantes críticas a las políticas pro-norteamericanas por parte de la república árabe.

Tras aquello, la animadversión hacia Occidente se fue enquistando en Bin Laden, dando pié a diversos y sangrientos atentados. De esta forma, se presume que la organización financió y organizó diversos ataques con coche-bombas en contra de objetivos estadounidenses en Arabia Saudita. Asimismo, se le achaca el asesinato de más de 90 turistas en Egipto en 1997, además de los atentados simultáneos en las embajadas norteamericanas en Nairobi, Kenia, y en Dar es Salaam, Tanzania, un año después, y que costaron la vida de más de doscientas personas. Finalmente, en octubre del año 2000, un ataque suicida contra el buque de guerra estadounidense USS Cole, mató a 17 marines, frente a las costas de Yemen.

No obstante todo lo anterior, el corolario de la venganza de Bin Laden contra Estados Unidos vendría un año después, más específicamente el 11 de septiembre de 2001, cuando, y según fuentes del FBI y la CIA, alrededor de 19 integrantes de Al Qaeda, dirigidos por el egipcio Mohammed Atta, y bajo el patrocinio del propio terrorista saudita, llevaron a cabo sendos atentados contra distintos objetivos a lo largo de EEUU.

Aquella jornada, los miembros de Al Qaeda secuestraron cuatro aviones de distintas compañías aéreas norteamericanas y dirigieron sus rumbos a diferentes objetivos, tales como el World Trade Center de Nueva York y el Pentágono. Así, dos de las aeronaves fueron impactadas contra las Torres Gemelas, las que colapsaron horas después. Un tercer avión se estrelló contra la fachada del Pentágono. Y, finalmente, el cuarto avión se precipitó a tierra en las cercanías de Pensilvania, luego de que, y según fuentes oficiales, la tripulación junto con los pasajeros se enfrentaran a los secuestradores.

Como resultado de aquel ataque, 3000 personas murieron, entre ellas los 19 miembros de Al Qaeda y 24 personas cuyos cuerpos jamás aparecieron. Así mismo, más de 6000 individuos resultaron heridos. Tras la perplejidad inicial de las autoridades norteamericanas ante los brutales atentados, poco a poco se pudo esclarecer la participación directa de Bin Laden en la proyección de los ataques yihadistas contra el país del norte.

La guerra santa contra Estados Unidos y sus aliados ya estaba declarada por parte de Al Qaeda y, por ende, de parte del propio Bin Laden. Así, en 2004 fue el turno de España -aliado fiel de George W. Bush en su lucha "contra el terrorismo"-. Aquel año, específicamente en marzo, una serie de bombas colocadas en cuatro trenes en las cercanías de Madrid, acabaron con la vida de 191 personas y dejaron gravemente heridas a otras 1800.

Poco más de un año después, sería Inglaterra, otro de los imprescindibles de EEUU en su cruzada antiterrorista, el que sufriría las consecuencias de la enajenación fanática de Bin Laden y su séquito. El 7 de julio del 2005, cuatro explosiones paralizaron el sistema de transporte público de Londres. Cuando el reloj se acercaba a las nueve de la mañana, tres bombas explotaron en diversos vagones del metro, mientras que la cuarta lo hizo en un autobús. Como saldo, fallecieron 56 personas y otras 700 resultaron con heridas de diversa consideración. La cuenta por haberse entrometido con el delirio islámico comenzaba a saldarse poco a poco.

Tras aquellas funestas acciones, la figura de Osama Bin Laden comenzó a extenderse por todo el mundo, en parte, por el temor a que los ataques contra Occidente se trasladasen a otros puntos y no tan solo a Europa o Norteamérica, pero, y sin duda por el provecho que comenzó a sacar la administración estadounidense -encabezada aquellos años por el bufón Bush- de tal situación, quien consiguió moldear la opinión de los ciudadanos norteamericanos y la de muchos otros países del mundo con cultura y creencias similares, para justificar y generar apoyo en las brutales y genocidas guerras e intervenciones que llevaron a cabo los ejércitos del país del norte en conjunción con sus corifeos a lo largo y ancho del planeta.

Hoy, el que fue para EEUU y sus aliados el mayor terrorista de la historia ha muerto -o es lo que, al menos, los medios pro-estadounidenses aseguran-, sin embargo, la figura demoníaca y funesta que sembró el terror en gran parte del mundo se debió, ni más ni menos, que a la propia contribución, al financiamiento y a la colaboración que le prestó el mismísimo gobierno norteamericano a los fundamentalistas islámicos, de los cuales él formaba parte, para que se opusieran sangrientamente a los gobiernos socialistas que pretendieron, hace treinta años ya, aplicar una administración progresista que se hiciera parte de las necesidades reales del pueblo. Al final, como dice el adagio “CRIA CUERVOS, QUE TE SACARÁN LOS OJOS”.





lunes, 9 de agosto de 2010

LA CARIDAD EMPIEZA POR CASA

Hace algunos días, el gobierno dio a conocer los resultados de la última encuesta Casen, investigación orientada a esclarecer las condiciones socioeconómicas en que viven los distintos sectores sociales del país. Así, con resultados en mano, Felipe Kast, Ministro de Planificación, informó que por primera vez en diecisiete años, la pobreza en Chile había aumentado, existiendo alrededor de dos millones y medio de compatriotas en dicha situación. Algo así como un 15% de la población de nuestro país.

Asimismo, la desigualdad entre los más ricos y los más pobres volvió a aumentar, puesto que los ingresos del sector más pudiente superan más de 46 veces lo recibido por la fracción más carente de la sociedad, situación que se agudiza aún más si se tiene en cuenta que el personaje más rico de este país recibe un sueldo que es 2.193 veces mayor al más rico de los pobres. Un escenario crítico, que viene afianzándose hace años, ante la atónita, impávida y hasta cómplice mirada de las autoridades, que se llenan la boca con alegóricas frases, promesas irrisorias y soluciones a dichas problemáticas que jamás llegan, siquiera, a ejecutarse.

Sin embargo esto, haciendo vista gorda a todo este cúmulo de situaciones, queriéndole mostrar al mundo como Chile vela por las libertades individuales, y anunciándolo con bombos y platillos, el pasado martes 4 de agosto, el canciller, Alfredo Moreno, junto al senador democratacristiano, Patricio Walter, recibieron con toda la parafernalia que se requiere -llámese cámaras, flashes, micrófonos y sagaces periodistas- a José Ubaldo Izquierdo, “prisionero político” cubano que, gracias a las gestiones del congresista de la falange, recibió asilo en nuestro país, asegurándole a éste, y en palabras del propio ministro de Relaciones Exteriores, la libertad que tanto se le negó en Cuba.

No conforme con aquello, el gobierno de Sebastián Piñera, y haciendo aparecer dinero como por arte de magia, se comprometió con el ex recluso cubano a arrendarle, durante un año, una residencia en la comuna de Maipú, cuyo valor rondaría los 300 mil pesos, así como de extenderle un apoyo monetario mensual por el mismo lapso, de 400 mil, una fortuna si consideramos los ingresos que tendría cualquier hijo de vecino, según los resultados de la encuesta Casen. Finalmente, y prestos como siempre ante estas situaciones, los ediles de San José de Maipo y de Maipú, ambos militantes de la “Democracia” Cristiana, ofrecieron para él y su familia sendos puestos de trabajo. Al igual como lo hacen con los cientos de cesantes que pululan a las afueras de las oficinas de información laboral de sus respectivos municipios.

Ahora bien, y ante esta demostración de hermandad, solidaridad y apoyo que ha ofrecido el gobierno de Chile y diversos parlamentarios ¿ por qué aún no se le ha solucionado, ni siquiera en parte, la situación en que se encuentran a más de 250 mil chilenos que fueron víctimas del terremoto y maremoto de febrero pasado y que a la fecha aún se encuentran viviendo en mediaguas, muchos sin trabajo, en condiciones insalubres, de hacinamiento y con viviendas que son incapaces de aislar la lluvia y el frío?.

¿Qué podría decirles el señor Piñera, o sus símiles de la Concertación, y volviendo a la encuesta Casen, a esos 355.095 chilenos que desde el 2006 a la fecha se transformaron en pobres, donde familias enteras deben conformarse con recibir y repartirse escuálidos ingresos mensuales de 64 mil pesos, es decir, 6 veces menos de lo que recibirá José Ubaldo Izquierdo por venir a vivir la “libertad” a nuestro país.; o conformarse con ganar la miserable cifra de $487 pesos por día, que reciben las familias más pobres de este país, mientras que las más ricas se dan el lujo de embolsarse, en promedio, 36 mil pesos por jornada?

O ¿con qué cara nuestros excelsos parlamentarios se aprestarán a estudiar los reajustes salariales para el año venidero, si como base de sueldo el chileno promedio recibe 172 mil pesos, monto que debe repartir en pagar cuentas, deudas, locomoción, comida y educación, mientras que muchos de ellos alabaron, pidieron y lucharon por que Izquierdo pisara suelo chileno y se le asignara una vivienda y una paga, -que por cierto es más del doble de la cifra antes mencionada- con coste directo al erario fiscal, es decir, al de todos los chilenos, mientras que la mayoría de los nuestros compatriotas debe conformarse, y si es que, con la mitad de lo que recibe nuestro huésped cubano?

Finalmente, y tal como durante un año el gobierno destinará alrededor de 300 mil pesos para pagarle el arriendo al ex presidiario habanero, ¿por qué no la administración de Piñera y sus secuaces sube su puntería y aumenta, tanto en pesos, como en tiempo, los míseros subsidios para alquileres que fueron extendidos a los damnificados por el terremoto, y que ascienden a 120 mil pesos por tres meses?

Impaciéntese por resolver las complicaciones de aquí dentro, señor Piñera. Hay que preocuparse por los problemas de que sufre su propio pueblo antes de seguir devolviéndole la mano a la derecha internacional y al conservadurismo más recalcitrante de América. Preocúpese de los presos políticos mapuche, que llevan casi tres semanas en huelga de hambre, exigiendo la derogación de la Ley Antiterrorista, el rechazo a que sean juzgados por tribunales militares, la erradicación de los testigos sin rostros y que se terminen las torturas de que son víctimas. Ponga fin a los despidos masivos en el sector público, los que tienen a más de cinco mil trabajadores en la calle sólo por motivaciones políticas. Solucione, de una vez por todas, el tristemente célebre Transantiago, tal como prometió en su campaña presidencial, poniendo fin a las continuas y abusivas alzas en los precios del pasaje, los que no se condicen con la calidad y confort del servicio prestado. Inquiétese por la situación que viven cientos de sus compatriotas exiliados, quienes, y a casi veinte años del regreso de la democracia, aún no pueden regresar a Chile, antes de desvelarse traer a Chile, con costo cero y regalías, a un preso común cubano que traicionó a su patria poniéndose al servicio de potencias extranjeras.

En definitiva, señor, y aunque a usted y al séquito de ministros, diputados y senadores que rifan los destinos de este país les duela, ¡LA CARIDAD EMPIEZA POR CASA!

lunes, 4 de mayo de 2009

TU NOMBRE HAZ DE MANCHAR, GIGANTE DEL ANCHO MAR !!!

Hace algunos días, "El Merculo News" publicó una crónica donde se hacía mención a la desfachatez y repugnancia que reina en la mayoría de los círculos políticos de nuestro país, y de como Chile se estaba convirtiendo en la "tierra prometida" de los "Care´Raja. Sin embargo, y como nuestro terruño jamás deja de sorprendernos, a media tarde de hoy pudimos leer en varios sitios de prensa del país como el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Rodolfo Codina, afirmaba que "no se puede avanzar en más rápido en la tarea de la reconciliación nacional, porque hay muchas investigaciones por violaciones a los derechos humanos que no están todavía determinadas", sin duda, una grosera desverguenza que sigue dejando en claro que las Fuerzas Armadas de Chile siguen coludidas para negar y esconder las violaciones a los derechos humanos cometidos por integrantes de sus filas, así como de esconder y amparar a los criminales que ejecutaron dichas aberraciones.


El oficial de marina manifestaba así su pesar por la situación, criticando a los querellantes en los casos que se llevan en contra de miembros de la marina, así también como el de las familias de las víctimas, asegurando que esta situación echa por tierra cualquier atisbo de acercamiento entre ambas partes y anula la dispocisión afanosa de Codina de realizar cualquier acto de desagravio por los excesos cometidos por su institución y que respecten a violaciones de los derechos humanos -como si dicha ceremonia hiciera olvidar el pasado golpista de la marina, los abusos que se cometieron en sus dependencias, la culpa de muchos de sus miembros en esas ilegalidades, y sirviera a modo de perdón al país y a las víctimas de los atropellos cometidos por la Armada de Chile-.


Para que eso ocurra, señor Codina, usted, como máximo representante de la Armada, debería reconocer la participación de su institución en el exhorto hecho por muchos de sus oficiales para que se rompiera la institucionalidad en Chile el año 1973; asumir la culpabilidad que recae en sus antecesores al mando de la marina, y de usted mismo, al no admitir la responsabilidad en la violacion sistemática a los derechos humanos cometidos por ésta, a través de muchos de sus miembros; así como también de reconocer, denunciar y participar activamente en los juicios contra los marinos que cometieron dichos crímenes, además de pedir disculpas públicas a nombre de usted y su institución al país y a las víctimas de estas barbaridades. Sólo así, señor almirante, podremos allanar el camino para una reconciliación verdadera entre víctimas y victimarios. La palabras se las lleva el viento, los actos pueden recordarse y quedan para la posteridad.


Finalmente, recordarle a Codina Diaz que, según sus propias palabras, alrededor de mil marineros participaron activamente en las torturas y muertes contra miles de chilenos, sin que él, ni todos quienes lo antecedieron, aportaran a la justicia los antecedentes para juzgar a los responsables, y nombres tales como los de el Vicealmirante (R) Adolfo Walbaum Wieber, Ex Jefe de la I Zona Naval y primer intendente de Valparaíso nombrado por la Junta Militar, actualmente procesado por el asesinato y desaparición del sacerdote Miguel Woodward, el Vicealmirante (R) Guillermo Adoney Hansen, Ex Jefe de Estado Mayor de la I Zona Naval, el Vicealmirante (R) Juan Mackay Barriga, hoy vicepresidente del Consejo de Almirantes y Generales en retiro de Valparaíso, el Capitan de Navío (R) Sergio Barra Von Kretschmann, Ex Jefe de Inteligencia Naval y posteriormente Segundo Jefe de la DINA, el Capitan de Navio (R) Ricardo Riesgo Cornejo, quien trabajó bajo las ordenes directas del Capitán Barra, además del Dr. Carlos Costa Canessa, acusado de emitir un certificado de defunción para el sacerdote Woodward, sin haber visto su cuerpo, estén directamente relacionados con crímenes de lesa humanidad, sólo por la denuncia férrea de quienes sufrieron los tormentos y en ningún caso por iniciativa de algún estamento naval.


SIN JUSTICIA NO HAY RECONCILIACIÓN !!!