Con
73 votos a favor, una abstención y dos ausencias, la Cámara Baja resolvió
someter a dicho proceso al primer mandatario, asegurando que obró mal respecto
de las facultades que posee como jerarca de la nación.
Nuevamente la sombra del
golpismo se ciñe sobre Latinoamérica. Esta vez, la derecha terrateniente
paraguaya, a través de un juicio político votado por la mayoría de los
integrantes de la Cámara de Diputados, intentará desafectar del poder al
presidente constitucionalmente elegido, Fernando Lugo, última maniobra en la
cadena de sucesos que han orquestado para poner fin al proceso de reformas que
lleva a cabo el gobierno progresista guaraní.
Los hechos se desencadenaron
luego de que el pasado viernes 15 de junio, se registrara un enfrentamiento
entre campesinos y la Policía Nacional del Paraguay, en el departamento de
Curuguaty, en la zona noreste del país, cercano a la frontera con Brasil, y que
dejó un saldo de 17 personas fallecidas, once campesinos y seis policías.
Todo se originó luego de que
unos 150 campesinos sin tierra, organizados en el Movimiento Campesino de los
Carperos, se tomara la estancia Morombí, ubicada en la localidad de Ybyrá pytá,
y perteneciente al ex senador del Partido Colorado -principal tienda opositora
de Lugo- y latifundista Blas Riquelme, quien, y de manera fraudulenta, se
apropió de más de 50 mil hectáreas destinadas a la reforma agraria en la década del 60'. Los
manifestantes, exigiendo la restitución de tierras mal habidas a los campesinos
a los cuales se les fueron usurpadas, exigían
la solución a sus demandas, cuando la policía inició el desalojo que
terminó con 17 víctimas mortales y más de 20 heridos.
Tras aquello, la Cámara de
Diputados paraguaya, conformada por 80 representantes, y donde Fernando Lugo no
posee mayoría, votó a favor un Juicio Político contra el mandatario por
"mal desempeño de sus funciones", producto de los hechos acaecidos en
Curuguaty. La iniciativa, que contó con 73 votos a favor, uno en contra y 3
ausencias, tuvo, inclusive, el apoyo de varios legisladores oficialistas, los
que basaron su decisión "en honor de los fallecidos".
Luego de enterarse de la
decisión de la Cámara Baja, Fernando Lugo aseguró que no renunciará a su cargo,
puesto que "No existe ninguna causa valedera ni jurídica ni política que
me haga renunciar a este juramento". Asimismo, garantizó que se someterá
obedientemente a la constitución y las leyes para enfrentar y aceptar las
consecuencias del sumario que será llevado en su contra.
El proceso, que se iniciará
hoy, tendrá a los diputados como el ente acusador y al Senado como el tribunal
que sancionará. Cabe destacar que en la Cámara Alta el presidente paraguayo
también se encuentra en minoría, puesto que de 45 integrantes sólo 18
congresistas adhieren al conglomerado oficialista.
Con
73 votos a favor, una abstención y dos ausencias, la Cámara Baja resolvió
someter a dicho proceso al primer mandatario, asegurando que obró mal respecto
de las facultades que posee como jerarca de la nación.
Nuevamente la sombra del
golpismo se ciñe sobre Latinoamérica. Esta vez, la derecha terrateniente
paraguaya, a través de un juicio político votado por la mayoría de los
integrantes de la Cámara de Diputados, intentará desafectar del poder al
presidente constitucionalmente elegido, Fernando Lugo, última maniobra en la
cadena de sucesos que han orquestado para poner fin al proceso de reformas que
lleva a cabo el gobierno progresista guaraní.
Los hechos se desencadenaron
luego de que el pasado viernes 15 de junio, se registrara un enfrentamiento
entre campesinos y la Policía Nacional del Paraguay, en el departamento de
Curuguaty, en la zona noreste del país, cercano a la frontera con Brasil, y que
dejó un saldo de 17 personas fallecidas, once campesinos y seis policías.
Todo se originó luego de que
unos 150 campesinos sin tierra, organizados en el Movimiento Campesino de los
Carperos, se tomara la estancia Morombí, ubicada en la localidad de Ybyrá pytá,
y perteneciente al ex senador del Partido Colorado -principal tienda opositora
de Lugo- y latifundista Blas Riquelme, quien, y de manera fraudulenta, se
apropió de más de 50 mil hectáreas destinadas a la reforma agraria en la década del 60'. Los
manifestantes, exigiendo la restitución de tierras mal habidas a los campesinos
a los cuales se les fueron usurpadas, exigían
la solución a sus demandas, cuando la policía inició el desalojo que
terminó con 17 víctimas mortales y más de 20 heridos.
Tras aquello, la Cámara de
Diputados paraguaya, conformada por 80 representantes, y donde Fernando Lugo no
posee mayoría, votó a favor un Juicio Político contra el mandatario por
"mal desempeño de sus funciones", producto de los hechos acaecidos en
Curuguaty. La iniciativa, que contó con 73 votos a favor, uno en contra y 3
ausencias, tuvo, inclusive, el apoyo de varios legisladores oficialistas, los
que basaron su decisión "en honor de los fallecidos".
Luego de enterarse de la
decisión de la Cámara Baja, Fernando Lugo aseguró que no renunciará a su cargo,
puesto que "No existe ninguna causa valedera ni jurídica ni política que
me haga renunciar a este juramento". Asimismo, garantizó que se someterá
obedientemente a la constitución y las leyes para enfrentar y aceptar las
consecuencias del sumario que será llevado en su contra.
El proceso, que se iniciará
hoy, tendrá a los diputados como el ente acusador y al Senado como el tribunal
que sancionará. Cabe destacar que en la Cámara Alta el presidente paraguayo
también se encuentra en minoría, puesto que de 45 integrantes sólo 18
congresistas adhieren al conglomerado oficialista.
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